Qué opinan los expertos sobre la enfermedades relacionadas con la dermatitis atópica

1. ¿Hay algo más que eccema en la dermatitis atópica?

Es fácil pensar que en la dermatitis atópica todo es eccema. Puede creerse así desde que Williams et al1. simplificaron los criterios diagnósticos de la enfermedad atópica cutánea de una forma sumamente útil, valorando la existencia de picor como dato imprescindible y, al menos, tres de los siguientes hechos: comienzo antes de los 2 años, historia de eccema en flexuras de miembros, piel seca y antecedentes personales de asma o antecedentes de dermatitis atópica en un familiar de primer grado.

Pero en la dermatitis atópica pueden darse otros muchos procesos diferentes del eccema que son parte indiscutible, aunque no obligada, de la enfermedad. Los describieron Hanifin y Rajka2 cuando enumeraron los datos menores para el diagnóstico en 1980 y persisten en nuestro conocimiento con alta validez descriptiva. Los comentamos a continuación.

2. ¿Qué otros signos o síntomas pueden existir en la dermatitis atópica?

  • La xerodermia o piel seca es el signo más frecuentemente asociado. Se manifiesta por aspereza al tacto y por pequeñas escamas blanquecinas que suelen situarse en la zona de extensión de las extremidades. La xerodermia puede aparecer en otras enfermedades, como alteraciones tiroideas, malnutrición, hipovitaminosis A, entre otras.
  • La queilitis consiste en la inflamación de los labios, que aparecen secos, agrietados y a veces con fisuras. Se acompaña de escozor y ardor, que obliga al paciente a humedecerlos con la lengua constantemente, empeorando el problema con esta práctica. También se presenta en otras patologías, como el liquen, o como efecto secundario de algunos medicamentos.
  • La queratosis pilar o piel en rallador está formada por pequeñas elevaciones cutáneas (pápulas) de color de piel normal o rojizo, del tamaño de una cabeza de alfiler, duras al tacto y rasposas, en cuyo centro se encuentra a veces un pelo enrollado en espiral. Se presenta sobre todo en los planos de extensión, principalmente en caras externas de brazos, muslos, nalgas y mejillas. A veces es una alteración constitucional o manifestación de otras enfermedades cutáneas.
  • La pitiriasis alba se presenta, sobre todo en primavera y verano, como manchas blanquecinas redondeadas cubiertas de mínimas escamas, en cara, cuello y brazos, y más raramente en otras zonas. Aunque se confunde con una infección por hongos, no lo es. Se considera una respuesta cutánea de la piel atópica a distintos factores.
  • En torno a los ojos puede existir oscurecimiento cutáneo, más acentuado en la zona de las ojeras o zonas subpalpebrales. Y de forma contraria, la cara puede ser más pálida, naturalmente, cuando no presenta lesiones de eccema.
  • Los pliegues palpebrales de Denie Morgan son pequeños surcos o líneas que se forman como consecuencia del edema y eccemas previos en los párpados inferiores.
  • El asma, la rinitis, las alergias alimentarias o las cataratas, aunque afectan a órganos diferentes de la piel, se consideran enfermedades de carácter atópico que pueden formar parte del amplio espectro de la enfermedad atópica.

3. ¿Tienen los pacientes con atopia alguna enfermedad diferente de la propia constitución atópica con más frecuencia que los que no son atópicos?

Efectivamente, los pacientes con dermatitis atópica tienen mayores posibilidades de padecer algunas enfermedades asociadas, pero distintas del espectro atópico, que los que no lo son. Por ejemplo, la ictiosis vulgar está presente en un 10 % de los casos de dermatitis atópica, y el 50 % de los pacientes con ictiosis vulgar tiene dermatitis atópica. Aparece en el primer año de la vida y se caracteriza por escamas finas y blanquecinas que se extienden particularmente por la cara de extensión de las extremidades y que no aparecen en las flexuras ni en la zona del pañal. Las palmas y las plantas se encuentran engrosadas, apareciendo las normales rayas que poseen (dermatoglifos) acentuadas a modo de surcos (palmas hiperlineales).

Una forma especial de ictiosis es la ictiosis lineal circunfleja, forma heredada con carácter recesivo (esto es, los dos progenitores han de ser portadores de la enfermedad) que se asocia a alteraciones de los cabellos, que tienen aspecto de pelos en tallos de bambú (tricorrexis invaginata), y a una dermatitis atópica. Estas tres características forman el llamado síndrome de Netherton.

También la alopecia areata, pérdida del pelo en áreas o placas circulares en el cuero cabelludo, la barba, las cejas, las pestañas o el resto del cuerpo, puede ser más frecuente en los pacientes con dermatitis atópica.

Además, por el hecho de tener la función barrera alterada, los pacientes con piel atópica suelen tener más infecciones cutáneas por bacterias (impétigo), por hongos (tiña), por virus (molusco contagioso, herpes simple –que puede diseminarse por las zonas de eccema, produciendo el eccema variceliforme de Kaposi–), etc.

Bibliografía:
1- Williams et al The UK Working Party´s diagnostic criteria for atopic dermatitis. I. Derivation of a minimum set of discriminators for atopic dermatitis. Br J Dermatol. 1994;131:383-96.
2- Hanifin JM, Rajka G. Diagnostic features of atopic eczema. Acta Derm Venereol. 1980;Suppl. 92:44-7

Información elaborada por:
Dra. Aurora Guerra
Jefa de Sección de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid.
Profesora Titular de Dermatología Médico-quirúrgica y Venereología. Universidad Complutense de Madrid.
Dra. Elena González Guerra
Médico Adjunto de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos. Madrid.
Profesora Asociada de Dermatología Médico-quirúrgica y Venereología. Universidad Complutense de Madrid.

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